Por todo el mundo con 80 GHz: We love Radar en Argentina

Bahía Blanca, el destino de mi primer seminario en Argentina, se encuentra muy apartada de las rutas turísticas a pesar de ser una gran ciudad portuaria al sur de la provincia de Buenos Aires. La importancia de su puerto se atribuye sobre todo a la floreciente industria petroquímica. El complejo petroquímico local, Ingeniero White, es la sede de empresas como Solvay Indupa, Dow PBB Polisur, Compañía Mega o Profértil. Solo aquí se extrae y procesa el 50 % de toda la petroquímica de Argentina.  

No sé si fue por las deliciosas brochetas de ternera, pero ni siquiera los largos trayectos en coche por rectas carreteras de gravilla, como el que hicimos al día siguiente desde la ciudad de Neuquén en la Patagonia hasta los yacimientos de gas Loma Campana, hicieron mella en mí. Aquí, las empresas como Repsol, GyP (Gas y Petróleo) o YPF encuentran, extraen o fraquean petróleo y gas en la Pampa, en el sentido literal de la palabra. A veces los pozos se encuentran en zonas que resultaban inaccesibles hasta hace pocos años. Incluso planteaban unos interesantes desafíos para la medición de nivel, en los que la elevada precisión de los 80 GHz encajó a la perfección.

Debido a la devaluación del peso argentino, actualmente los precios de la vivienda están muy bajos en Argentina. Aunque esta situación ha afectado al sector inmobiliario, no ha sido el caso para la industria petroquímica argentina, que se encuentra en pleno auge. Fue precisamente la elevada demanda de materias primas la que ayudó al país a recuperarse tras la bancarrota estatal de 2001. De modo que, por muy lejos que estén de la siguiente población, las viviendas que se encuentran cerca de las grandes empresas, muy lejos, junto a los yacimientos de gas, cuestan más. En Añelo, que se encuentra justo delante de las grandes explotaciones y se asemeja más a un asentamiento que a una ciudad, un empleado puede llegar a pagar fácilmente 1200 USD al mes por un pequeño apartamento de nueva construcción.