Aunque se invierte mucho en la concienciación de la población, es inevitable que todo tipo de productos sólidos lleguen a la entrada de una estación de depuración de aguas residuales urbanas. Al final de todo el ciclo de transporte de las aguas residuales urbanas, plásticos, trapos, ramas, hojas, toallitas, envases y un sinfín de otros elementos sólidos llegan a las puertas de la estación de depuración. Antes de iniciar el tratamiento de estas aguas residuales, se debe realizar un pretratamiento, para eliminar aquellos elementos no deseados.
La primera etapa en el pretratamiento del agua es el desbaste de sólidos gruesos, donde se utilizan por regla general unas rejas para atrapar partículas de tamaño superiores al centímetro. Los barrotes de estas rejas van atrapando sólidos, que se van compactando y provocan una obturación parcial de la reja, generando por tanto una pérdida de carga. Esta pérdida de carga hace aumentar el nivel de agua antes de la reja hasta que ésta supere la zona obstruida y siga fluyendo hacia el interior del circuito. En definitiva, la pérdida de carga o diferencia de nivel antes y después de la reja determinan el nivel de obturación de las rejas.
El sólido acumulado debe retirarse para que el sistema siga trabajando de forma óptima. Para este fin, se utiliza un sistema de limpieza automatizado, como por ejemplo una especie de rastrillo que arrastra el sólido acumulado hacia arriba y lo deposita en una tolva o contenedor. Este sistema puede ser activado de forma temporizada o en función de la pérdida de carga.
