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Entrevista: Darrell Fairbanks

A lo largo de su carrera profesional, ¿siempre se ha dedicado a la tecnología de medición?
Sí. Llevo 35 años en el servicio técnico.

 

¿Cuánto hace que trabaja para VEGA?
El pasado mes de octubre cumplí 17 años.

 

¿Cómo llegó a VEGA?
Todo fue gracias a Mary Kay Swadener (la directora de Recursos Humanos de VEGA Americas): trabajaba en el departamento de personal de mi anterior empresa y al cambiarse a otra empresa se llevó mi dirección de correo electrónico. Dado que hacía falta cubrir algunos puestos en VEGA, se puso en contacto conmigo. Estaba preparado para iniciar una nueva etapa en mi carrera y pensé «voy a echarle un vistazo».
 
Uno de los puestos vacantes era en el departamento de servicio técnico del ámbito nuclear y el otro en el de servicio técnico de radar. Al final, Mary Kay me ofreció los dos y le planteé una pregunta: «¿Con cuál de los dos hay que viajar más?» En aquella época el número de viajes en el servicio del ámbito nuclear era del 90 % y, en el del radar, del 25 %. Así que le dije: «dame el del radar». En esos momentos no sabía que con el radar acabaría viajando el 90 % de mi tiempo. 

 

¿Está viajando el 90 % de su tiempo?
No. Viajo más o menos la mitad del tiempo y en su mayor parte es para formaciones. Hay algunas excepciones como los casos especiales que requieren mi atención, pero en el servicio técnico de VEGA intentamos enviar a los compañeros nuevos para que puedan ganar experiencia. Es imposible aprender en un aula todo lo que hay que saber. Dado que muchas cosas son específicas de la empresa, es perfectamente concebible que un candidato perfectamente cualificado tarde uno o dos años en adquirir las competencias necesarias para nuestro departamento. Es inherente a nuestro trabajo. 
¿Cómo es uno de los días típicos del servicio técnico?
En primer lugar miro lo que ha entrado por la noche y qué es lo que se tiene que resolver de inmediato. Luego le echo un vistazo a la planificación del resto de la semana; miro a quién le toca encargarse del servicio de asistencia por teléfono, compruebo mis tareas pendientes y los reúno a todos. En el servicio técnico siempre hay mucho que hacer. Es imposible relajarse en este departamento.

Ha mencionado el servicio de asistencia por teléfono. ¿Cuántas llamadas reciben al día?
Es difícil determinar un número, porque las consultas pequeñas o rápidas no las registramos, es decir, las cosas fáciles como una contraseña olvidada o un recordatorio rápido de un proceso. Diría que cada día respondo cinco llamadas de las más extensas.
¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
Da igual la experiencia que tengas o el tiempo que lleves aquí, cada día aprendes algo nuevo. Es inherente al trabajo. Aprendes algo o te enfrentas a algo nuevo; es de lo más habitual.
 
Las aplicaciones evolucionan al mismo tiempo que las tecnologías de medición. Hace un par de años lanzamos el VEGAPULS 69 y, el año pasado, el VEGAPULS 64; con él surgieron nuevas aplicaciones que antes eran inconcebibles. Siempre surge algo nuevo.
 
Es esta variedad lo que hace que todo siga siendo interesante. 
Sí, por supuesto. Tengo mucha suerte y cada mañana voy contento a trabajar porque cada vez que entro por la puerta es una aventura. Este trabajo es divertido. Cuando me jubile voy a echarlo de menos. Es un gran trabajo en una gran empresa.
Imparte numerosos cursos de formación. ¿Qué es lo que más le gusta de ellos?
Me gusta tratar con la gente. Así soy yo. Me encanta charlar y conocer gente. Nunca me verás encogido de hombros en una esquina.

¿Qué es lo que más le gusta enseñar a los usuarios finales del VEGAPULS 64?
Me gustan los cursos en torno a un producto del que estoy convencido. Puedo decirle a un usuario: «Este sensor radar hará esto; ya verás como ocurre» y, efectivamente, ocurre.  

También me gusta explicar la tecnología radar. Mientras explico cómo funciona un producto, puedo mirar alrededor y ver cómo cambia el lenguaje corporal. Los ojos abiertos de par en par y la expresión en su cara dice «¡Guau! ¡Es increíble!». Son todo un cumplido. 

¿Qué les resulta más emocionante a los usuarios acerca del VEGAPULS 64?
En primer lugar, las conexiones a proceso. Tenemos las más pequeñas del sector. El VEGAPULS 64 tiene una conexión de ¾" que antes no estaba disponible. Además, el usuario puede montar el sensor en más lugares gracias al ángulo de apertura. Podemos medir alrededor de los obstáculos que antes suponían un problema. 
Me gustan los cursos en torno a un producto del que estoy convencido. Puedo decirle a un usuario: «Este sensor radar hará esto; ya verás como ocurre» y, efectivamente, ocurre.
Ha dicho que le gusta ir a trabajar, pero ¿qué es lo que le gusta hacer en su tiempo libre?
Participo activamente en mi iglesia y otras organizaciones caritativas. Mi mujer y yo estamos muy comprometidos con la comunidad. Y si tengo un poco más de tiempo, me gusta ir a pescar.

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