Entrevista: Abby Timon
¿Cuánto hace que trabajas para VEGA?
Ya hace cinco años que trabajo para VEGA. En todo este tiempo, he trabajado unos dieciocho meses como auxiliar administrativa en el departamento de ventas, entrando pedidos y transmitiéndolos a producción. Y de allí pasé al departamento de ventas técnicas, donde ya llevo tres años y medio como técnico especializada en ventas.
Ya hace cinco años que trabajo para VEGA. En todo este tiempo, he trabajado unos dieciocho meses como auxiliar administrativa en el departamento de ventas, entrando pedidos y transmitiéndolos a producción. Y de allí pasé al departamento de ventas técnicas, donde ya llevo tres años y medio como técnico especializada en ventas.
Hemos oído que no seguiste la trayectoria profesional típica para llegar a tu puesto en VEGA.
¿Puedes explicarnos algo más?
Estoy diplomada en Liderazgo Organizativo y cuando me gradué empecé a trabajar en una tienda de unos grandes almacenes donde vendía electrodomésticos. No era realmente el trabajo de mis sueños. Un día vino un hombre con su mujer y les vendí un lavavajillas. Si no lo recuerdo mal, era de la marca Whirlpool. Mientras rellenábamos el papeleo, empezó a preguntarme si me gustaba mi trabajo y si me plantearía la posibilidad de cambiar a otro. Me sugirió que me informara sobre VEGA y me dio sus datos de contacto. Solicité un puesto a través de internet y en una semana me convertí en empleada de VEGA.
¿Puedes explicarnos algo más?
Estoy diplomada en Liderazgo Organizativo y cuando me gradué empecé a trabajar en una tienda de unos grandes almacenes donde vendía electrodomésticos. No era realmente el trabajo de mis sueños. Un día vino un hombre con su mujer y les vendí un lavavajillas. Si no lo recuerdo mal, era de la marca Whirlpool. Mientras rellenábamos el papeleo, empezó a preguntarme si me gustaba mi trabajo y si me plantearía la posibilidad de cambiar a otro. Me sugirió que me informara sobre VEGA y me dio sus datos de contacto. Solicité un puesto a través de internet y en una semana me convertí en empleada de VEGA.
El hombre que me había hablado de VEGA era Adam Dupps, uno de mis compañeros de equipo. Cada día nos sentamos uno al lado del otro.
¿Cómo es tu día a día?
Como «Técnico especializado en ventas» recibo todas las consultas de una zona determinada, tanto de los clientes finales como de los representantes. Mi zona comprende Tennessee, una parte de Oklahoma, Arkansas, Nuevo México y Texas. ¡Es muy grande! Creo que interactúo con más de 40 representantes de ventas, además de los clientes finales. Mi zona de ventas es enorme, no tengo tiempo de aburrirme. Cada día recibo entre 25 y 30 llamadas, y unos 100 correos electrónicos. Siempre llegan más y más consultas, y es todo un reto encontrar una solución; eso es lo que más me gusta de mi trabajo.
Una gran parte del tiempo me dedico a recopilar información de aplicaciones para poder ayudar al cliente a encontrar la solución de medición más adecuada a su caso. También respondo a preguntas y les ayudo a especificar productos; en resumen, todo lo necesario para que el cliente quede satisfecho. Además, organizamos reuniones periódicas con los técnicos del servicio externo y todo el grupo de ventas interno para debatir sobre nuevas y mejores formas de ayudar al cliente.
Parece como si tuvieras que estar familiarizada con toda la línea de productos.
Exacto. Cuando empecé me resultó muy difícil familiarizarme con todos los productos. Empecé con el VEGAFLEX, un sensor radar de onda guiada, que al principio recomendaba a todo el mundo. Pero tras terminar la formación y con la ayuda del director de producto adquirí más confianza y amplié mis horizontes. Ahora sé que para los sectores que predominan en mi zona, como la industria química, del petróleo y el gas, refinerías, etc. hay determinadas aplicaciones en las que los productos de VEGA superan al resto. Por este motivo me familiaricé con todas estas aplicaciones, para estar lo más preparada posible para aconsejar al cliente.
Exacto. Cuando empecé me resultó muy difícil familiarizarme con todos los productos. Empecé con el VEGAFLEX, un sensor radar de onda guiada, que al principio recomendaba a todo el mundo. Pero tras terminar la formación y con la ayuda del director de producto adquirí más confianza y amplié mis horizontes. Ahora sé que para los sectores que predominan en mi zona, como la industria química, del petróleo y el gas, refinerías, etc. hay determinadas aplicaciones en las que los productos de VEGA superan al resto. Por este motivo me familiaricé con todas estas aplicaciones, para estar lo más preparada posible para aconsejar al cliente.
¿Cómo cambió tu día a día la introducción al mercado del VEGAPULS 64?
Tan pronto como el VEGAPULS 64 estuvo disponible, todos los representantes de ventas querían venderlo y todos los clientes finales querían probarlo. Todos sabían que se trataba de un sensor revolucionario. De las 30 llamadas al día, 28 eran acerca del VEGAPULS 64; fue un tema candente desde el principio. Y cuando se empezó a conocer el éxito que tenía en la aplicación, más interés despertó.
Tan pronto como el VEGAPULS 64 estuvo disponible, todos los representantes de ventas querían venderlo y todos los clientes finales querían probarlo. Todos sabían que se trataba de un sensor revolucionario. De las 30 llamadas al día, 28 eran acerca del VEGAPULS 64; fue un tema candente desde el principio. Y cuando se empezó a conocer el éxito que tenía en la aplicación, más interés despertó.
Hablas con muchos clientes. ¿Por qué están tan entusiasmados con el VEGAPULS 64?
A los clientes les gusta la focalización y la claridad de la señal. Es increíble que podamos utilizar un sensor de nivel radar para medir en un depósito con un agitador; pero lo que realmente ha impresionado a los clientes, es el uso del VEGAPULS 64 junto con una válvula de bola. Muchos de mis clientes miden el nivel de productos químicos y otros líquidos peligrosos. Deben poder separar el proceso del sensor con la válvula de bola. En una medición de nivel de irradiación libre, las válvulas de bola hacen que el ruido aumente.
Hace años que los clientes piden un instrumento de medición de nivel radar para válvulas de bola que suministre una señal clara con menos procesamiento manual posterior y, ahora, con el VEGAPULS 64, ya es una realidad.
A los clientes les gusta la focalización y la claridad de la señal. Es increíble que podamos utilizar un sensor de nivel radar para medir en un depósito con un agitador; pero lo que realmente ha impresionado a los clientes, es el uso del VEGAPULS 64 junto con una válvula de bola. Muchos de mis clientes miden el nivel de productos químicos y otros líquidos peligrosos. Deben poder separar el proceso del sensor con la válvula de bola. En una medición de nivel de irradiación libre, las válvulas de bola hacen que el ruido aumente.
Hace años que los clientes piden un instrumento de medición de nivel radar para válvulas de bola que suministre una señal clara con menos procesamiento manual posterior y, ahora, con el VEGAPULS 64, ya es una realidad.
En tu opinión, ¿qué es lo que hace al VEGAPULS 64 tan especial?
Para mí, lo mejor del VEGAPULS 64 es que se puede utilizar para medirlo casi todo, incluso los líquidos con una constante dieléctrica muy baja. Antes de su llegada, los clientes tenían que utilizar un sensor radar de onda guiada para medir este tipo de líquidos. El radar de onda guiada es magnífico, pero debe estar en contacto con el producto, lo que hace que el sensor se averíe. Ahora disponemos de un sensor sin contacto que suministra una señal clara y correcta, sin entrar en contacto con el producto. Y no solo la constante dieléctrica del producto ha dejado de tener relevancia. Antes era necesario conocer el tipo y la altura del depósito, y si había un agitador o espuma en la aplicación, lo que incluye todas aquellas dudas de «y qué pasaría si...». Con el VEGAPULS 64 todas estas dudas han desaparecido para dar paso a una medición de nivel fiable.
Para mí, lo mejor del VEGAPULS 64 es que se puede utilizar para medirlo casi todo, incluso los líquidos con una constante dieléctrica muy baja. Antes de su llegada, los clientes tenían que utilizar un sensor radar de onda guiada para medir este tipo de líquidos. El radar de onda guiada es magnífico, pero debe estar en contacto con el producto, lo que hace que el sensor se averíe. Ahora disponemos de un sensor sin contacto que suministra una señal clara y correcta, sin entrar en contacto con el producto. Y no solo la constante dieléctrica del producto ha dejado de tener relevancia. Antes era necesario conocer el tipo y la altura del depósito, y si había un agitador o espuma en la aplicación, lo que incluye todas aquellas dudas de «y qué pasaría si...». Con el VEGAPULS 64 todas estas dudas han desaparecido para dar paso a una medición de nivel fiable.
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