Entrevista: Tobias Aberle
Empecé en enero de 2005. Durante estos 12 años, estuve siete como comercial interno. Ahora soy un novato en el servicio externo, apenas llevo un mes.
¿Cuál es tu experiencia con el VEGAPULS 64?
Tengo muchas y muy buenas experiencias. Sobre todo, en el departamento comercial ha sido muy divertido vender un producto completamente nuevo. Su aceptación y demanda siguen siendo muy grandes y siempre recibimos comentarios muy positivos, sobre todo en lo que respecta a la conexión con la función Bluetooth del módulo de visualización y configuración PLICSCOM.
Se pueden abordar muchas aplicaciones que antes habrían sido imposibles. Se han ampliado los límites de la tecnología de medición, por lo que puedo contar muchas experiencias positivas.
Sí, en las mediciones sin contacto en condiciones de montaje con poco espacio. La focalización es realmente insuperable.
Hace poco hice una puesta en marcha en un pozo muy estrecho, de 5 a 6 m de profundidad y apenas 50-60 cm de ancho, con una escalerilla. En ese caso la focalización hizo un gran trabajo.
Y luego está por supuesto el gran rango dinámico. Aquí entramos más bien en el sector de los sólidos a granel y las bajas propiedades de reflexión de sus productos. La parte más convincente fue la del aerosil, esas pequeñas bolas de plástico fluorescentes. Es una gran ventaja que las señales sean ahora más intensas.
¿Para qué ámbitos recomiendas otros principios de medición?
Esa es una pregunta que no se puede responder de forma generalizada. En realidad solo tiene sentido cuando se deben medir kilos en el sector de los sólidos. O cuando las condiciones de montaje no favorecen la medición, por ejemplo, cuando no se puede medir desde arriba. A menudo, se juntan varios factores.
Otro de los temas es, por supuesto, el precio. Si puedes conseguir el electrodo capacitivo o el sensor de presión a mitad de precio, es un factor muy importante. Es decir, el VEGAPULS 64 es demasiado grande para las aplicaciones más sencillas.
Se ha hecho mucha publicidad de este instrumento. ¿Cumple todo lo que promete?
Bueno, sí. En el problema de la espuma, decimos que ya ha pasado a la historia, pero en realidad no es tan fácil. Depende de varios factores y, en determinadas condiciones, la espuma puede ser un criterio muy negativo.
¿En la medición a través de tubuladuras, también se puede recomendar el sensor Radar?
Sí, por supuesto. Básicamente sigue siendo lógico mantener las tubuladuras lo más cortas posible. Pero ya no es un factor crítico como antes. Lo que se tiene que recomendar siempre en el caso de las tubuladuras es que la parte inferior esté pulida. Por lo demás, la medición en tubuladuras es ahora mucho más fácil.
Sí, las tiene. En el sector de los sólidos a granel, el rango dinámico es la ventaja principal, mientras que en el de los líquidos, lo es la focalización. El hecho de poder recibir una señal de los sólidos a granel con bajas propiedades de reflexión y que se pueda acondicionar posteriormente, es todo gracias al elevado rango dinámico.
¿Por qué te gusta tanto el Radar?
Dejando de lado los aspectos técnicos, [guiña un ojo] la tecnología de medición radar es apreciada por ser un interesante y completo principio de medición. Se puede utilizar en todas partes.
Trabajamos mucho con la tecnología de medición radar. Es por ello que es nuestra preferida y la conocemos muy bien en VEGA. Si tuviera que visitar a los clientes sin el radar, me faltaría algo. Probablemente tendría que decir, no, esto no puedo hacerlo. Se ha convertido en un principio de medición muy apreciado, del que no me gustaría prescindir.
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