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El sensor radar VEGAPULS 64 suministra unos datos de nivel continuos para que el proceso de llenado transcurra sin problemas

Una rubia bien fría, por favor

Realmente la cerveza solo contiene cuatro ingredientes principales: cebada, agua, lúpulo y levadura. Y, hasta obtener una cerveza de sabor intenso, deben seguirse varios procesos especiales.

South African Breweries (SAB) es una de las cervecerías más grandes del sector y, ahora, es una filial de Anheuser-Busch InBev. En la planta de producción de Chamdor, su operador buscaba un sistema de medición de nivel muy preciso para la sala de fermentación. Dicha sala está compuesta por 30 depósitos de unos 12 metros de altura y un diámetro de seis metros. En ellos se almacena la cerveza terminada tras la filtración, antes de ser envasada.

Todo el proceso de fabricación se monitoriza con una elevada precisión. Sin embargo, se presta una especial atención a esta fase del proceso de producción, ya que la cerveza ya está terminada. La más mínima desviación podría influir en el sabor o incluso reducir la calidad. Por este motivo, se dedica un gran esfuerzo a limpiar y esterilizar regularmente la zona, y todos los parámetros del proceso están bajo una continua supervisión. Tanto la temperatura como la presión se ajustan de forma precisa.

Un colaborador de confianza

Ya hace ocho años que esta cervecería sudafricana trabaja con VEGA y valora la fiabilidad de sus instrumentos de medición, de los que unos 30 se encuentran en la planta de Chamdor: cinco de los nuevos VEGAPULS 64 y 25 probados modelos del VEGAPULS 63.

En la fábrica de SAB (South African Breweries) en Chamdor, cinco VEGAPULS 64 y 25 VEGAPULS 63 miden el nivel de forma continua.

SAB estaba muy satisfecho con la actual solución de medición en sus enormes depósitos. El VEGAPULS 63, un sensor radar para la medición de nivel continua en líquidos trabajaba con un alto nivel de fiabilidad. El sistema de antena encapsulado protege contra la suciedad y garantiza un funcionamiento duradero y sin mantenimiento. Gracias a su montaje rasante, permite una limpieza óptima en cualquier momento. Con una medición de nivel continua se puede prescindir de un segundo instrumento de medición y de los costes de instalación derivados del mismo para la segunda abertura en el depósito y el cableado. Sin embargo, se producían señales de fallo cuando los depósitos se trataban con dióxido de carbono. Estos fallos se eliminaban mediante cálculos, de modo que hasta el momento permitía obtener una medición correcta.

Una prueba de éxito

Los distintos tipos de rosca del VEGAPULS 64 se pueden adaptar con los correspondientes adaptadores, por ejemplo, en las conexiones Clamp.

Cuando se lanzó al mercado el VEGAPULS 64, los operadores sentían curiosidad por saber si este instrumento de medición podría medir directamente el nivel. Valía la pena montar el sensor radar a modo de prueba, ya que se podía cambiar con el proceso en marcha sin ningún tipo de riesgo.

A menudo, las tubuladuras sobresalientes provocan señales de fallo. Sin embargo, el estrecho haz de medición del instrumento se desliza simplemente por el borde de la tubuladura. De modo que no fue necesario desmantelar la tubuladura para que el instrumento de medición funcionara de forma fiable. Esto es en general muy interesante para las aplicaciones en la industria alimentaria y de bebidas, porque en estos sectores los equipos de producción se certifican normalmente como un sistema completo y, por tanto, no se permite cambiar los puntos de medición a nivel mecánico. El VEGAPULS 64 dispone de una conexión de antena higiénica perfecta que se puede montar de forma rasante. Otra de las ventajas del sensor de nivel radar es que no se ve afectado por las grandes oscilaciones entre la temperatura de almacenamiento normal y la temperatura de limpieza, gracias a su diseño rasante y a los revestimientos de teflón.

El VEGAPULS 64 dispone de una conexión de antena higiénica perfecta que se puede montar de forma rasante.

Focalización precisa y elevado rango dinámico

Tras la instalación y la configuración, el instrumento funciona sin problemas. Gracias a la frecuencia de señal de 80 GHz se consigue una focalización precisa y un gran rango dinámico.

Además, su facilidad de uso permitió instalar y poner en marcha rápidamente el VEGAPULS 64, ya que al fin y al cabo el concepto de funcionamiento no había cambiado. Desde la primera prueba, el sensor mide de forma fiable y precisa.

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