Uso de radares para un mejor control de bombas en una situación complicada

El agua y el aceite, incluido el aceite vegetal, no se mezclan. Esto quedó muy claro para los técnicos de mantenimiento de una planta agroindustrial grande en las afueras de Ciudad de México que produce aceite vegetal. El aceite vegetal luego se usa para diferentes propósitos, como freír, hornear y cocinar, e incluso para aplicaciones farmacéuticas.

Al igual que en la mayoría de las operaciones industriales grandes, esta instalación debe tratar el agua antes de enviarla a la planta de tratamiento local. En muchas plantas como esta, el tratamiento del agua se realiza en una ubicación remota, lejos del resto de las operaciones. Los gerentes de la planta generalmente aprovechan la automatización para tratar el agua con poca o ninguna intervención humana, de modo que, cuando algo sale mal o se necesita mantenimiento, puede ser molesto dado que se usan recursos del centro de producción y se los traslada al centro de tratamiento de agua para arreglar el equipo. Esta situación era demasiado frecuente en esta planta de las afueras de Ciudad de México.

Los costos de reparación de la bomba se acumulan

Los operadores habían estado usando una boya con un interruptor mecánico para medir el nivel de las aguas residuales y controlar una bomba para mover dichas aguas en este centro. Debido a los aceites, las grasas y la suciedad de las aguas residuales, la boya se trababa y generaba errores de medición. Los errores, a su vez, provocaban que la bomba siguiera funcionando incluso después de que cayera el nivel de agua. La bomba se secaba y, con el tiempo, se rompía. Esto ocurría al menos cada dos meses y, en ocasiones, hasta dos veces en un mismo mes.

Las reparaciones costosas se acumulaban y el centro debía destinar miles de dólares cada mes para reparar o reemplazar la bomba. Además, el equipo de mantenimiento trabajaba continuamente sobre el mismo problema y, como resultado, otros proyectos se atrasaban. La planta de aceite vegetal necesitaba una solución de medición rentable que pudiera instalar y configurar una sola vez para poder volver a la tarea más importante: producir aceite vegetal.

El radar de medición sin contacto no se ensucia

La planta necesitaba algo que pudiera operar en estas condiciones de suciedad o hacer la medición sin tocar la suciedad en absoluto. Finalmente, se optó por mantener distancia de las aguas residuales. Y lo lograron gracias al VEGAPULS WL S 61, un sensor de radar diseñado específicamente para la medición de niveles de agua. El sensor envía la señal de 4 mA a 20 mA al controlador de la bomba para asegurar que la bomba solo funcione cuando los niveles de agua sean lo suficientemente altos. El costo del radar fue menor que el costo promedio de una única llamada de mantenimiento.

Los trabajadores de mantenimiento tienen mucho más tiempo libre, dado que no tienen que hacer viajes periódicamente a las instalaciones de tratamiento de aguas residuales lejanas para desatascar una boya o reparar una bomba. Además, la planta ha ahorrado una cantidad importante de dinero con menos reparaciones y reemplazos de la bomba. La medición de nivel y el control de bomba más fiables del VEGAPULS WL S 61 han justificado la inversión inicial en muchas oportunidades y en más de una forma.