A pesar de su estructura atómica simple de solo un protón y un electrón, el hidrógeno tiene unas propiedades químicas complejas. En concreto, las más críticas son:
Para afrontar estos desafíos, los fabricantes de tecnología de medición de hidrógeno apuestan por materiales especiales como el acero inoxidable 316L y recubrimientos innovadores como el oro-rodio.
El hidrógeno se almacena a una presión muy alta o a temperaturas extremadamente bajas. Estas condiciones suponen una carga considerable para la tecnología de medición. El hidrógeno se almacena a menudo a entre 400 y 700 bares, por ejemplo, en depósitos de alta presión o en sistemas de compresión. El desafío:
Para estas aplicaciones, VEGA ofrece soluciones robustas como el VEGABAR 83, que puede medir presiones de hasta 1000 bares. La celda de medición metálica sin aceite evita la deriva debida a la difusión del hidrógeno, mientras que el recubrimiento de oro y rodio proporciona una protección adicional.
Para reducir el volumen, el hidrógeno también se licúa y se almacena en forma líquida. Para ello, el gas se enfría a una temperatura comprendida entre -240 y -253 °C. Las temperaturas extremas plantean unos desafíos especiales a la tecnología de medición:
VEGA apuesta por sensores radar guiados de la serie VEGAFLEX, que permiten medir el nivel de forma fiable incluso con constantes dieléctricas bajas.
VEGA desarrolla sensores específicamente diseñados para aplicaciones de hidrógeno que funcionan de forma fiable incluso en condiciones extremas. Estas son algunas de las características más importantes:
El VEGABAR 83 es ideal para usos industriales en sistemas de alta presión, mientras que el VEGABAR 82, con su celda de medición cerámica, ha sido especialmente diseñado para productos agresivos como el hidróxido de potasio de los electrolizadores.
La seguridad es un aspecto prioritario en la tecnología del hidrógeno. El rango de inflamabilidad del hidrógeno es muy amplio: las mezclas con oxígeno o aire son explosivas si el contenido de hidrógeno supone entre un 4 y un 77 % del volumen. Además, el hidrógeno tiene una energía de ignición extremadamente baja. Para minimizar los riesgos se utilizan conceptos de protección de varios niveles:
Los sensores de VEGA están certificados según ATEX, IECEx y SIL y permiten un uso seguro en áreas explosivas y en funciones de seguridad.
¿Cómo contribuye la digitalización a la fiabilidad de los procesos?
Además de la medición en sí, la tecnología de sensores moderna ofrece unas funciones digitales adicionales que contribuyen a la seguridad operativa. Los sensores de VEGA tienen:
Además, el VEGA Inventory System permite realizar una monitorización predictiva del inventario para evitar cuellos de botella y planificar el reabastecimiento a tiempo.
Con la creciente digitalización y la conexión en red de procesos industriales, aumenta la vulnerabilidad de las plantas de procesos a los ciberataques. Los instrumentos de medición también se están convirtiendo cada vez más en el objetivo de los piratas informáticos. La manipulación de estos instrumentos no solo pone en peligro la seguridad de los datos, sino que también perjudica significativamente la seguridad operativa. Por lo tanto, es fundamental proteger eficazmente la tecnología operativa (OT) para proteger tanto el control de la producción como la integridad de los sistemas de medición contra posibles ataques. VEGA supera estos desafíos con un concepto de seguridad integral, que está integrado, por ejemplo, en el VEGAPULS 6X. Este sensor radar cumple con los requisitos de la norma IEC 62443-4-2 y ofrece una protección fiable contra la manipulación de datos, el espionaje y los ataques de denegación de servicio gracias a un enfoque de protección formado por múltiples capas (defensa en profundidad). Las medidas de seguridad más importantes incluyen:
Otro elemento central de la estrategia de seguridad de VEGA es el Product Security Incident Response Team (PSIRT) de la empresa. Este equipo monitoriza continuamente el estado de la seguridad, desarrolla actualizaciones preventivas y responde con rapidez a las posibles amenazas. Al combinar la ciberseguridad, la seguridad funcional y los mecanismos de protección digital, VEGA contribuye a garantizar que las plantas de hidrógeno sigan siendo seguras incluso en un mundo conectado en red.