Seguridad en la industria química: tecnología de medición para condiciones extremas

La industria química se caracteriza por procesos complejos en los que frecuentemente hay productos químicos agresivos, riesgos de explosión y condiciones exigentes. Incluso los errores más pequeños pueden tener grandes consecuencias: desde costosos paros de la producción hasta riesgos de seguridad para las personas y el medioambiente. Los aspectos clave de la seguridad de las plantas químicas incluyen la protección contra explosión, la seguridad funcional y la ciberseguridad.

VEGA ofrece sensores desarrollados para afrontar estos desafíos. Miden el nivel y la presión con precisión, incluso en condiciones extremas, y contribuyen a que los procesos sean seguros y eficientes.

En las áreas explosivas de la industria química, los gases o polvos inflamables pueden suponer riesgos importantes. El concepto de zona divide las áreas explosivas en diferentes zonas según la frecuencia y duración de la generación de atmósferas explosivas. La zona 0 (atmósfera de gas) o la zona 20 (polvo) describe áreas en las que hay una atmósfera explosiva presente de forma continua o durante largos períodos de tiempo, como en depósitos que contienen líquidos inflamables. La zona 1 o la 21 incluye áreas en las que ocasionalmente pueden formarse atmósferas explosivas en las condiciones normales de funcionamiento, por ejemplo, en los sistemas de ventilación de las plantas. La zona 2 o la 22 se refiere a áreas en las que la atmósfera explosiva solo se genera en raras ocasiones y por un breve período de tiempo, como cerca de bombas. Este concepto de zonas se utiliza para determinar las medidas de protección y los tipos de instrumentos adecuados que se pueden utilizar en cada área.

Los sensores de VEGA están equipados con conceptos de protección que ayudan a minimizar estos riesgos:

• Seguridad intrínseca (Ex i): mediante la limitación de la energía eléctrica se evitan chispas y sobrecalentamientos.
• Encapsulado a presión (Ex d): la carcasa protege conteniendo las explosiones en su interior y evitando que escapen.

Los sensores de VEGA cumplen con las normas internacionales como ATEX e IECEx y son aptos para las zonas 0, 1 y 2. Los materiales de alta calidad como el acero inoxidable y el PTFE aumentan aún más la resistencia a los productos agresivos.

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El objetivo de la seguridad funcional (SIL) es reducir los riesgos provocados ​​por fallos en las aplicaciones críticas para la seguridad. En la industria química, las normas IEC 61508 e IEC 61511 desempeñan un papel determinante. Definen la seguridad funcional como la capacidad de un sistema de seguridad para minimizar los riesgos provocados ​​por fallos en las aplicaciones industriales y proteger a las personas, el medioambiente y los sistemas. Garantiza que las funciones relevantes para la seguridad, como la monitorización de valores límite o la desconexión de sistemas en caso de fallo, se ejecuten de forma fiable. La norma define los niveles de integridad de la seguridad, conocidos como Safety Integrity Levels (SIL), desde SIL1 (requisitos más bajos) hasta SIL4 (requisitos más altos). La elección del nivel SIL depende del análisis de riesgos y de la probabilidad con que un fallo pueda provocar un evento peligroso. 

La norma IEC 61508 está dirigida a los fabricantes de instrumentos y engloba todo el ciclo de vida de los sistemas relevantes para la seguridad, desde el desarrollo y la evaluación de riesgos hasta la operación y el mantenimiento y, por lo tanto, constituye una base sistemática para garantizar unos procesos seguros. La norma IEC 61511 aplica los principios generales de la norma IEC 61508 y los traduce en requisitos prácticos para los operadores de plantas de la industria de procesos.

Sensores como el VEGAPULS 6X han sido desarrollados para cumplir con los requisitos de seguridad hasta SIL3. Las funciones de diagnóstico avanzadas detectan posibles fallos a tiempo y, si es necesario, conmutan el sensor a un estado seguro. La documentación digital de los ensayos ayuda a los operadores de plantas a implementar y supervisar con eficacia las normas de seguridad.

La creciente interconexión de las plantas químicas hasta el área de producción (campo) conlleva nuevos desafíos: los ciberataques no solo pueden comprometer la seguridad de los datos, sino también la seguridad operativa.

VEGA aplica un concepto de seguridad multinivel que se ha implementado, por ejemplo, en el actual instrumento de medición de nivel radar con el VEGAPULS 6X:

• Certificación IEC 62443: los instrumentos están diseñados para cumplir con unas exigentes normas de seguridad.
• Comunicación cifrada: protege contra el acceso no autorizado y la manipulación de datos.
• Memoria de eventos y comprobación de integridad: registra los intentos de manipulación y comprueba las actualizaciones del firmware.

VEGA cuenta con su propio equipo de seguridad (PSIRT) que garantiza una identificación rápida de las amenazas para poder adoptar las medidas oportunas.

Para las aplicaciones críticas para la seguridad, VEGA ofrece el concepto Second Line of Defense. Se trata de una capa adicional de protección detrás de la membrana de proceso que garantiza las mediciones incluso en condiciones difíciles.

Los pasamuros herméticos al gas y las carcasas resistentes a la presión, como las utilizadas en el VEGAFLEX o el VEGABAR, garantizan que las influencias externas no afecten a los sensores. Este concepto reduce los riesgos de un fallo y favorece una medición continua a largo plazo.

Con una tecnología de medición innovadora, VEGA ayuda a que los procesos de la industria química sean más seguros. Los sensores de nivel y de presión están diseñados para condiciones extremas y ofrecen soluciones para la protección contra explosiones, la seguridad funcional, la ciberseguridad y las aplicaciones críticas para la seguridad.

La combinación de materiales robustos, tecnologías modernas y conceptos de protección avanzados convierten los sensores de VEGA en un componente importante para unas plantas seguras y eficientes.